lunes, 8 de agosto de 2016

La Personalidad de Jesús

Él nos reconcilió con el Padre, nos mostró como ser niños de Dios durante nuestro terreno peregrinar, nos abrió las puertas del Cielo y envió Su Espíritu para quedarse con nosotros como Guía y Maestro.


Su vida está llena de cualidades y virtudes por imitar. No vino de manera arrogante a mostrarnos nuestros errores. Vino como un humilde y obediente siervo para enseñarnos a vivir. Nos dijo que siguiéramos sus pasos con coraje desde su espíritu y nos prometió que algún día compartiríamos con él su Gloria así como compartimos con él su Cruz. 

Su Carisma
La habilidad de atraer a la gente es conocida como un "carisma". Cada vez que Jesús aparecía en público, estaba en medio de una multitud. Es algo que una persona común y corriente no puede explicar -solo sabían que este Hombre era diferente. Tan diferente que parecía dividir a la masa en dos facciones -a favor y en contra. Nadie que conoció a Jesús se fue sin haber cambiado. Muy pocos entendieron que delante de ellos estaba Dios hecho hombre. Esta cualidad divina lo distanció de los demás pero a la vez lo hizo ser cercano y entendible.

Leal
Jesús era leal con sus apóstoles, incluso sabiendo plenamente de su cobardía. Era leal con los pobres, aceptando las críticas de los fariseos, de tal forma que el necesitado nunca se sintiera abandonado. Era leal a su Padre, cumpliendo su Voluntad, incluso hasta la muerte.

Cercano y accesible
Cuando Juan el Bautista envió a sus discípulos para preguntar al Maestro si Él era Aquél que había de venir, Jesús les respondió: "Díganle a Juan -los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son curados y los sordos oyen, los muertos resucitan, y la Buena Nueva es proclamada a los pobres" (Mt 11, 4-5).

Jesús se hizo a sí mismo accesible a cualquiera. A diferencia de los anteriores profetas y los hombres religiosos de su época, que generalmente se mantenían aislados, era fácil aproximarse a Jesús y Él estaba siempre listo para dar su ayuda. Nunca estuvo muy ocupado o muy cansado como para no bendecir niños, tocar leprosos, o predicar a aquellos que anhelaban la Palabra de Dios. 

Noble y generoso
Somos generosos cuando damos, pero somos nobles cuando compartimos y nos abnegamos para que otros reciban la gloria.
Jesús era generoso en dar sus dones y su poder a los hombres finitos.
Le dio a sus apóstoles el poder de sanar, de echar a los demonios y de resucitar a los muertos, y se alegró cuando regresaron y le contaron de sus logros -logros que Su poder realizó en ellos.

Sentido del humor
Es muy razonable pensar que Dios que había creado al hombre para reír, tendría que haber reído Él mismo. Aunque no hay ningún pasaje específico en las Escrituras que indique que Jesús haya reído, existen numerosos pasajes en los que se indica que Él sí hizo reír a los demás. Por lo menos, muchos mostraron aquella complacida sonrisa que uno ve cuando se dice una palabra o se hace un gesto que expresan algo que no había sido dicho desde hacía mucho tiempo.

Jesús nuestro modelo
La principal meta en la vida de todo cristiano es la de ser una imagen perfecta de Jesús, así como Él es una imagen perfecta del Padre. El amado semblante del Maestro está impreso en la mente del cristiano. Las palabras del Maestro arden en su corazón.






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